martes, 15 de mayo de 2012

No tengo miedo, ni rencor.. lo que tenga que ser, será.



Estoy un poco harta de que la gente sepa que es lo que más me conviene, que es lo mejor para mi o cual es la opición que debo tomar. Estoy cansada de que me digan lo que debo hacer, que decidan por mi.

Quiero vivir mi vida, que para algo es mia. Quiero tomar mis decisiones y equivocarme por mi misma. Quiero afrontar mis situaciones, y hacerlo a mi manera. Quiero ser yo la consecuencia de cada acto que lleva mi nombre, de cada paso que dan mis piernas. Quiero ser yo la que a mi misma me tenga que dar las explicaciones de por que hice esto o lo otro.

No quiero sufrir las consecuencias de hacer algo que otros me dijeron que hiciera. Quiero que si algo hago mal sea por consecuencia de algo que yo misma decidi hacer, de algo que yo misma quise llevar a cabo, que yo misma quise afrontar. Quiero aprender con mis experiencias, no con las que el resto conoce y vivio.¿Si tu las viviste, por que me dejas vivirlas a mi y aprender?

Todos somo diferentes y cada uno tiene su propia manera de hacer las cosas; por lo tanto deja que yo misma haga las mias a mi forma de ver las cosas. Dejame sonreir por aquello que yo misma logro o llorar por aquello que yo misma hago mal. Dejame a mi misma darme cuenta de que es lo que en esta vida merece la pena y que no, dejame ser yo la que decida que es lo que quiero guardar en mi cajon de recuerdos.

Dejarme recorrer caminos que nadie mas recorreria, estoy dispuesta a caminar. Dejame conocer mundo que tu no conocerias, estoy dispuesta a navegar. Dejame sonñar con mis sueños, que ya tendre tiempo para despertar de ellos. dejame conocer gente que tu conocerias, estoy dispuesta a afrontar el riego que la falsedad o traicion suponen. Dejame no confiar en nadie y conversar con quien se cruza en mi camino, creeme que de una manera o de otra, bien o mal, aprendere a no hablar con desconocidos.

Dejame divagar en mi mundo, dejame conocer tanto lo bueno como lo malo que me rodea, ya sere yo la que tenga que afrontar mis realidades y las dificultades a las que la realidad me enfrenta.

Y sinceramnte, te doy las gracias por ahorrarme mil y un bofetadas que me puede dar la vida, pero creeme que prefiero vivirlas y aprender que arrepentirme de no haberlo hecho. 

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